- Tabla de Contenidos
- Homilías sobre las excelencias de la Virgen Madre
- Prólogo
- Fue enviado el ángel Gabriel…
- Virgen desposada…
- Dios te salve, llena de gracia…
- El Espíritu Santo vendrá sobre Ti…
- EXCÚSASE SAN BERNARDO A SI MISMO POR HABER EXPLICADO ESTE PASAJE DEL EVANGELIO DESPUÉS DE OTROS EXPOSITORES
- En la Natividad de la Bienaventurada Virgen María
- En la Anunciación de la Virgen María
- De la mujer adúltera, de Susana y de la Bienaventurada Virgen María
- En la Purificación de la Virgen María Del Niño, de María y de José
- De la Purificación de María y de la Circuncisión de Cristo
- De la casa de la Divina Sabiduría, esto es, de la Virgen María
- En la Asunción de la Bienaventurada Virgen María
- Sobre el modo de limpiar, adornar y amueblar la casa
- De los cuatro días de Lázaro; elogios de la Virgen
- En el Domingo dentro de la Octava de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María
Homilías sobre las excelencias de la Virgen Madre sobre las palabras del Evangelio en la Anunciación
“En el sexto mes fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era María. Y habiendo entrado donde Ella estaba, le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo. Ella se turbó al oír estas palabras, y consideraba qué significaría esta salutación. Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará eternamente sobre la casa de Jacob, y su Reino no tendrá fin. María dijo al ángel: ¿De qué modo se hará esto, pues no conozco varón? Respondió el ángel y le dijo: El Espíritu Santo descenderá sobre Ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que nacerá Santo, será llamado Hijo de Dios. Y ahí tienes a Isabel, tu pariente, que en su ancianidad ha concebido también un hijo, y la que era llamada estéril, hoy cuenta ya el sexto mes, porque para Dios no hay nada imposible. Dijo entonces María: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró de su presencia” (Lc 1, 26-38).