- Tabla de Contenidos
- PRÓLOGO
- DIOS DEBE SER AMADO POR SÍ MISMO
- DÓNDE NACEN LAS GRANADAS
- CÓMO DEBE SER AMADO DIOS
- PREMIOS AL AMOR DE DIOS
- PRIMER GRADO DEL AMOR: EL HOMBRE SE AMA POR SÍ MISMO
- SEGUNDO GRADO DEL AMOR: EL HOMBRE AMA A DIOS POR SI MISMO
- TERCER GRADO DEL AMOR: EL HOMBRE AMA A DIOS POR ÉL MISMO
- CUARTO GRADO DEL AMOR: EL HOMBRE SE AMA A SÍ MISMO POR DIOS
- ANTES DE LA RESURRECCION ES IMPOSIBLE
- PRÓLOGO A LA CARTA SIGUIENTE
- COMIENZA LA CARTA SOBRE LA CARIDAD A LOS SANTOS HERMANOS DE LA CARTUJA
CÓMO DEBE SER AMADO DIOS
VI. 16. Al llegar a este punto, fíjate en qué medida, más aún, cómo merece Dios ser amado por encima de toda medida. Vuelvo a resumir brevemente lo que ya he dicho. El nos amó primero. Él, tan excelso, tan extraordinaria y gratuitamente, a nosotros, tan ruines y pobres como somos. Dije también que la medida del amor a Dios es amarle sin medida. Por otra parte, el objeto de nuestro amor a Dios es él mismo, un ser inmenso e infinito. ¿Cuál será la meta y medida de nuestro amor? ¿Y si nuestro amor no puede ser algo que se ofrece gratuitamente, sino una deuda a la que se responde? Nos ama la Inmensidad, la Eternidad y el Amor, que supera toda comprensión. Ama Dios, cuya grandeza es infinita, cuya sabiduría es ilimitada, cuya paz supera todo entendimiento. Y nosotros, ¿le responderemos con medida? ¡Cuánto te amo, Señor, mi fortaleza, mi alcázar, mi libertador! Eres lo más deseable y amable que puede imaginarse. ¡Dios mío, ayuda mía! Te amaré según tú me lo concedas y yo pueda, mucho menos de lo debido, pero no menos de lo que puedo. No puedo amar como debo ni me obliga a más de lo que puedo. Podré más si aumentas mi capacidad, mas nunca llegaré a lo que te mereces. Tus ojos veían mi insuficiencia, pero en tu libro están todos registrados: los que hacen todo cuando pueden, aunque no pueden hacer cuanto deben.
Con esto queda bien explicado, a mi parecer, cómo debemos amar a Dios, y qué méritos tiene para ello. Hablo de los méritos que tiene, y no de cuán excelentes sean. Porque nadie es capaz de comprenderlos, sentirlos y expresarlos.
VII. 17. Veamos ahora cuánto nos beneficia este amor. Pero ¿existe comparación posible entre lo que vemos y al realidad? A pesar de ello, no vamos a dejar de considerarlo, aunque no sea exactamente como lo vemos. Cuando nos preguntábamos, hace unos momentos, por qué y cómo debe ser amado Dios, dije que la pregunta abarca dos aspectos distintos. ¿Por qué? Es decir, por qué razones debemos amarle y cuáles son las consecuencias que se derivan en favor nuestro. Ya he hablado antes de los derechos de Dios, no como se lo merece, sino como yo fui capaz de expresarme. Ahora debo decir algo sobre el premio que Dios otorgará a los que le aman.