PRÓLOGO A LA CARTA SIGUIENTE

XII. 34. Recuerdo que escribí hace tiempo una carta a los santos hermanos de la Cartuja, en la que les hablaba de estos mismo grados. Quizá hacía allí otras reflexiones sobre la caridad, pero todas eran sobre el mismo tema. Por eso me parece útil añadir a este trabajo alguna de ellas, sobre todo porque me resulta más fácil copiar lo que ya está dictado que componerlo de nuevo.