CAP. XIX: ¿Es el Hijo de Dios Autotheos?

Existe una cierta herejía nueva, la cual no sé si es real o solo de palabras. Genebrardo, en el libro 1 De Trinitate, refuta expresamente la herejía llamada de los "autoteístas", es decir, aquellos que dicen que Cristo es Dios por sí mismo, no del Padre, y atribuye esta herejía a Calvino y Beza. En la introducción a sus libros, sospecha que Francisco Stancaro fue el primer autor de esta herejía. También Guillermo Lindano, en el segundo diálogo titulado Dubitantius, y Pedro Canisio, en el prólogo de su libro sobre San Juan Bautista, atribuyen este mismo error a Calvino. De este error se sigue claramente, o que el Hijo no se distingue personalmente del Padre, lo cual es el error de Sabellio, o ciertamente se distinguen también en naturaleza, y el Hijo no es el Hijo de Dios, sino algún otro principio, lo que es un error cercano al maniqueísmo. Por tanto, diré lo que pienso sobre todo este asunto.

PRIMERO, en Stancaro no he podido encontrar algo de este tipo. Sin embargo, confieso que no he leído todas sus obras, sino solo aquellas que escribió sobre la Trinidad y sobre el mediador. En cuanto a Calvino, creo que, en cuanto a su modo de hablar, sin duda cometió un error y dio ocasión para que se escribieran las cosas que nuestros autores han escrito sobre él. Pues en el libro 1 de Instituciones, capítulo 13, § 19, dice:

"Nuevamente, los escritores eclesiásticos enseñan que el Padre es el principio del Hijo, y que el Hijo tiene su divinidad y esencia por sí mismo." Y más abajo: "Por lo tanto, cuando hablamos del Hijo sin relación al Padre, correctamente y propiamente decimos que el Hijo es de sí mismo." Y en el § 23, hablando del Hijo, dice: "¿Cómo será el creador, que da el ser a todos, no de sí mismo, sino que tomará su esencia de otro?" Y Calvino en sus cartas a los polacos y en su libro contra Gentilis, en muchas ocasiones afirma que el Hijo es Autotheos, es decir, Dios por sí mismo, y que es impropiamente y duramente dicho en el credo: "Dios de Dios, luz de luz."

Pero, aunque esto es así, cuando examino el asunto y considero cuidadosamente las declaraciones de Calvino, no me atrevo fácilmente a declarar que estaba en este error. De hecho, enseña que el Hijo es de sí mismo respecto a la esencia, no respecto a la persona, y parece querer decir que la persona es engendrada por el Padre, pero que la esencia no es engendrada ni producida, sino que es de sí misma, de modo que, si se elimina la relación del Hijo con el Padre, lo que queda es solo la esencia, que es de sí misma.

Explicaré brevemente por qué creo que Calvino pensaba de este modo, no tanto para defenderlo o excusarlo, ya que con sus muchas herejías se ha hecho indigno no solo de defensa sino también de la comunión de los católicos, sino para mostrar que no es necesario detenerse demasiado en esta cuestión, ya que en el fondo no hay controversia.

PRIMERO, Calvino admite en el libro 1 de Instituciones, capítulo 13, § 13, que hay una sola naturaleza en número en tres personas distintas, y allí dice que el Hijo es engendrado por el Padre. Ciertamente, no es inteligible cómo el Hijo puede ser del Padre y tener la misma naturaleza que el Padre, y no tener esa naturaleza del Padre. Pues el Hijo no puede ser llamado solo una relación, sino algo subsistente en la naturaleza divina.

Además, en el mismo § 23 dice abiertamente que la esencia le fue comunicada al Hijo por el Padre:

"Si hay distinción en la esencia", dice, "respondan si el Padre no la ha comunicado al Hijo. Esto no pudo haber sido en parte, pues sería un sacrilegio hacer a Dios a medias. Añade que de esta manera lacerarían gravemente la esencia de Dios: por lo tanto, la totalidad y plenitud de la esencia es común al Padre y al Hijo." Esto dice él, y nuevamente en el § 25 afirma que el Hijo es la sabiduría engendrada y que el Padre es la fuente de la Deidad.

Finalmente, aquellos que afirman que el Hijo tiene la esencia por sí mismo cometen un error, porque se ven obligados o a hacer que el Hijo sea no engendrado y la misma persona que el Padre, o a multiplicar las esencias, o ciertamente a distinguir la esencia de la persona realmente, y así introducir una cuaternidad. Pero Calvino, en el libro 1 de Instituciones, capítulo 13, § 19, afirma que el Hijo es engendrado por el Padre y coloca una esencia en número en tres personas. Asimismo, en el § 23 enseña que la esencia del Padre le fue comunicada al Hijo. Finalmente, en el § 25 no distingue realmente la esencia de las personas, sino solo en razón.

SEGUNDO, demuestro esto a partir de la causa que llevó a Calvino a esta opinión. Pues la causa fue que Valentín Gentilis sostenía continuamente que solo el Padre es Autotheos, y por este término entendía que solo el Padre tiene la esencia verdaderamente divina e increada; pero que el Hijo y el Espíritu Santo tienen otra esencia producida por el Padre, y por eso, en cuanto a la esencia, ellos no son Autotheos. Por lo tanto, Calvino, queriendo contradecir a Valentín, sostuvo lo contrario, es decir, que el Hijo es Autotheos en cuanto a la esencia, en el sentido en que Valentín lo negaba.

TERCERO, lo demuestro por la doctrina de sus discípulos. Pues Beza, en sus Axiomas sobre la Trinidad, axioma 14, dice que el Hijo es del Padre por una comunicación inefable de toda la esencia desde la eternidad, y sin embargo, también él, junto con su maestro, hace a Cristo Autotheos. Asimismo, Josías Simler, seguidor de Calvino, en su carta a los polacos, defiende la autousía del Hijo, y así explica su opinión y la de Calvino:

"No negamos", dice, "que el Hijo tiene su esencia de Dios Padre, pero negamos que la esencia sea engendrada." Esta opinión de Josías no veo por qué no podría llamarse católica.

Queda por demostrar que el modo de hablar de Calvino, que dice que el Hijo tiene la esencia por sí mismo, debe ser absolutamente rechazado, y que debe hablarse de manera contraria. PRIMERO, este modo de hablar contradice la palabra de Dios. Leemos en Juan 5: "El Padre dio al Hijo tener vida en sí mismo." Y en Juan 6: "Yo vivo por el Padre." Si el Padre le dio al Hijo la vida, ciertamente también le dio la esencia, ya que para Dios ser y vivir son lo mismo. También en Mateo 11: "Todo me ha sido entregado por mi Padre." ¿Por qué no también la esencia? En Juan 7: "Yo lo conozco porque soy de él." Y en el capítulo 8: "Como me enseñó el Padre, hablo en el mundo, y lo que oí de mi Padre, etc." No puede entenderse cómo el Padre le dio al Hijo el conocimiento si no fue al darle la esencia, como ya explicamos antes con Agustín.

SEGUNDO, contradice los concilios. Pues casi todos los concilios después del de Nicea adoptaron el Símbolo Niceno con estas palabras: "Dios de Dios, luz de luz," como en el Concilio de Sárdica, el I Concilio de Constantinopla, el I de Éfeso y todos los demás. Es absolutamente intolerable la soberbia de Calvino al criticar esta fórmula de lenguaje, aprobada por todos los concilios principales. Y en este aspecto, Calvino no es muy diferente de los arrianos. En el Concilio de Aquilea, San Ambrosio nunca pudo hacer que dos herejes arrianos dijeran que el Hijo era "Dios verdadero de Dios verdadero." Siempre respondían que el Hijo era "el unigénito verdadero, el Hijo del verdadero Dios," y otras expresiones similares, pero nunca "Dios verdadero de Dios verdadero," incluso si fueron preguntados cien veces. De manera similar, en el Concilio de Lausana, Pedro Carolus, quien estuvo presente, relata en su carta al cardenal de Lorena que nunca pudo hacer que Calvino confesara que el Hijo es "Dios de Dios."

TERCERO, contradice la doctrina de los Padres. Gregorio Taumaturgo en su símbolo dice que el Hijo es "Dios de Dios." Antes de él, Justino Mártir, al principio de su Confesión de la fe recta, dice: "El Padre tiene la esencia de manera innata, el Hijo de manera engendrada." Epifanio, en su herejía 69, llama al Hijo "Dios de Dios." Hilario, al inicio del libro 4 de De Trinitate, dice: "El Hijo no tiene nada que no haya nacido, es decir, todo lo tiene por su nacimiento." Agustín, en el Tratado 31 sobre Juan, dice: "Todo lo que es el Hijo es de aquel de quien es Hijo; por eso decimos que el Señor Jesús es 'Dios de Dios, luz de luz.'"

CUARTO, contradice la razón y la propia doctrina de Calvino. Si él mismo afirma que el Padre ha comunicado la esencia al Hijo, ¿cómo puede decir que el Hijo tiene la esencia por sí mismo? Además, si dice que el Hijo es producido por el Padre, ¿cómo puede negar que la esencia y la vida en el Hijo son del Padre? Pues el Hijo no es solo una propiedad, sino una hipóstasis completa.

Además, sus argumentos no valen nada. PRIMERO, Calvino dice que se siente movido por la autoridad de los Padres, que a veces dicen que el Hijo es de sí mismo. Cita a Agustín en el Salmo 109 y a Cirilo en el libro 7 de De Trinitate, quienes dicen que el Padre y el Hijo son un solo principio. De esto parece seguirse que tanto el Padre como el Hijo carecen de principio, y por lo tanto, son de sí mismos. También cita a Agustín, quien en el Salmo 68, al principio, y en el Tratado 39 sobre Juan, dice que el Hijo se llama Dios respecto de sí mismo, así como el Padre se llama Padre respecto al Hijo, pero Dios respecto de sí mismo.

Pero estos argumentos no concluyen nada. Pues decimos que el Padre y el Hijo son un solo principio respecto a las criaturas; lo cual es coherente con que el Padre sea un principio sin principio y el Hijo un principio de un principio, como explica el mismo Agustín en el Tratado 39 sobre Juan, donde, al exponer el pasaje: "¿Tú quién eres? El principio, que también te hablo", dice que el Hijo es un principio, pero de un principio, así como es Dios de Dios, luz de luz. Y no es lo mismo decir que el Hijo es Dios "respecto de sí mismo" que decir que es Dios "de sí mismo". Pues lo primero significa que el nombre de Dios no es relativo, y sin embargo conviene al Hijo, y esto lo dice Agustín y es verdad, porque aunque el Hijo es relativo, sin embargo, es un relativo subsistente y divino, y por lo tanto incluye la esencia, que es absoluta. Pero decir que el Hijo es Dios "de sí mismo" significa que el Hijo no es Hijo de Dios, sino no engendrado, lo cual Agustín nunca dijo, sino que Calvino se lo atribuye falsamente.

SEGUNDO, el argumento de Calvino es que, si el Hijo no tiene la esencia por sí mismo, entonces es Dios por concesión, o incluso un Dios titular, y en realidad similar a las criaturas que reciben su ser de otro. RESPONDO que este argumento concluye bien contra Gentilis, quien decía que el Hijo no tiene la esencia por sí mismo porque creía que tenía una esencia creada por el Padre. Pero contra nosotros, esas conclusiones no tienen fuerza, pues aunque decimos que el Hijo tiene la esencia del Padre, también decimos que la tiene por una comunicación necesaria y natural, y por lo tanto no es por concesión, sino que es naturalmente Dios. También decimos que recibe del Padre la misma esencia que tiene el Padre, y por lo tanto no es un Dios titular, sino verdadero y real.

TERCERO, el argumento es que el Hijo se llama Iehova como el Padre, y este nombre significa el ser mismo como fuente del ser, y por lo tanto es de sí mismo en cuanto a la esencia. RESPONDO que este argumento también concluye bien contra Gentilis, porque si el Hijo es fuente del ser, entonces no tiene una esencia derivada de otra esencia, sino que tiene esa única esencia de la cual dependen todas las esencias; sin embargo, así como se dice "Dios de Dios" y "principio de principio", también puede decirse "fuente del ser de fuente del ser", como dice San Agustín en el libro 7 de La Trinidad, capítulo 2, y en el libro 15, capítulo 14, donde dice:

"El Hijo es Dios de Dios, luz de luz, sabiduría de sabiduría, esencia de esencia; y sin embargo, el Padre y el Hijo son un solo Dios, una sola luz, una sola sabiduría, una sola esencia." Aunque aquí debe observarse que tomó los nombres abstractos en lugar de los concretos, cuando dijo "esencia de esencia" y "sabiduría de sabiduría."

AÑADIMOS que tanto el Padre como el Hijo pueden ser llamados autotheos, pero en un sentido diferente al que dieron Valentín y Calvino a este término. Pues si autotheos significara alguien que es Dios por sí mismo, como ellos piensan, ciertamente ni el Padre ni el Hijo podrían llamarse autotheos, ya que el Hijo no es Dios por sí mismo, sino del Padre, y el Padre no es Dios por sí mismo, sino por nadie. Pues "ser de sí mismo" implica ser producido de sí mismo, y el Padre es simplemente no engendrado e improducido. Tampoco debe aprobarse la forma de hablar de Lactancio, quien en el libro 1, capítulo 7, dice que Dios es "procreado de sí mismo." Pero autotheos puede significar aquel que es Dios mismo, es decir, verdaderamente Dios, de la misma manera que decimos "esta es la misma verdad," y los griegos dicen autaletheia (verdadera verdad), autadelphos (hermano de sangre), autexousios (independiente). Y en este sentido, Epifanio en la herejía 69 llama al Hijo de Dios autoteles (verdaderamente perfecto) y autotheos (verdaderamente Dios).