- Tabla de Contenidos
- CAP. I: Sobre la distinción de personas en la misma esencia
- CAP. II: Sobre las palabras que utilizamos para explicar este misterio
- CAP. III: Sobre las palabras “Esencia” y “Homousios”
- CAP. IV: Sobre los términos “Hipóstasis” y “Sustancia”
- CAP. V: Sobre los demás términos
- CAP. VI: Se demuestra la distinción de las Personas
- CAP. VII: Se refuta el primer argumento contra la distinción de las personas en la misma esencia
- CAP. VIII: Se refuta el segundo argumento
- CAP. IX: Se refuta el tercer argumento
- CAP. X: Se refuta el cuarto argumento
- CAP. XI: Se refuta el quinto argumento
- CAP. XII: Se refuta el sexto argumento
- CAP. XIII: Se refuta el séptimo argumento
- CAP. XIV: Se refuta el octavo argumento
- CAP. XV: Se refuta el noveno argumento
- CAP. XVI: Se refuta el decimo argumento
- CAP. XVII: Se refuta el undécimo argumento
- CAP. XVIII: Se refuta el duodécimo argumento
- CAP. XIX: ¿Es el Hijo de Dios Autotheos?
- CAP. XX: Sobre la procesión del Espíritu Santo desde el Hijo
- CAP. XXI: Sobre el origen de esta herejía
- CAP. XXII: Se demuestra por las Escrituras que el Espíritu Santo procede del Hijo
- CAP. XXIII: Lo mismo se prueba con los testimonios de los Concilios
- CAP. XXIV: Lo mismo se prueba a partir de los Padres Latinos
- CAP. XXV: Lo mismo se prueba a partir de los Padres Griegos
- CAP. XXVI: La misma cuestión se confirma por la razón
- CAP. XXVII: Se responden los argumentos de los griegos
- CAP. XXVIII: Se demuestra que fue correcta la adición de "FILIOQUE"
- CAP. XXIX: Se resuelven las objeciones de los griegos
- CAP. XXX: La discusión se concluye con el testimonio divino
CAP. XXVII: Se responden los argumentos de los griegos.
El PRIMER argumento lo toman de estas palabras de Juan 15: "Cuando venga el Paráclito, a quien yo os enviaré desde el Padre, el Espíritu de verdad, que procede del Padre." Como el Señor dijo tan claramente que el Espíritu Santo procede del Padre y no añadió "del Hijo", parece temerario afirmar que el Espíritu procede del Padre y del Hijo.
RESPONDO con AGUSTÍN, en el libro 3 contra Maximino, capítulo 14, que se menciona solo al Padre, no para excluir al Hijo, sino porque el Padre es el principal autor del Espíritu Santo, ya que el Hijo recibe del Padre la capacidad de espirar. El hecho de que el Hijo no esté excluido, aunque no sea mencionado, se prueba PRIMERO por otros pasajes similares. Pues en
Mateo 16 se dice: "La carne y la sangre no te lo revelaron, sino mi Padre que está en los cielos"; y sin embargo, esa revelación fue hecha por todas las personas. Y sobre el Espíritu Santo, en Juan 15, dice: "Él os enseñará todas las cosas", aunque también el Padre y el Hijo nos enseñan todo.
SEGUNDO, cuando se dice que el Espíritu procede del Padre, no puede entenderse que procede del Padre en cuanto es formalmente Padre, porque entonces el Espíritu sería Hijo; por tanto, procede del Padre en cuanto tiene la esencia común con el Hijo: por lo tanto, también procede del Hijo.
TERCERO, como Anselmo argumenta de manera aguda en el libro sobre la procesión del Espíritu Santo, si se hubiera dicho: "Nadie produce al Espíritu Santo sino solo el Padre", aún no se excluiría al Hijo, como se hace evidente por una sentencia similar; pues se dice en Mateo 11: "Nadie conoce al Hijo sino el Padre"; y sin embargo, no se excluyen de conocer al Hijo ni el mismo Hijo ni el Espíritu Santo, que son de la misma naturaleza. Y allí mismo añade: "Ni nadie conoce al Padre sino el Hijo, y a quien el Hijo se lo quiera revelar"; pero no se excluyen ni el Padre ni el Espíritu de conocer al Padre, aunque el Hijo no les revele nada. Del mismo modo, si se dijera: "Nadie produce al Espíritu Santo sino el Padre", el Hijo no sería excluido de esa producción. Mucho menos, entonces, es excluido en la expresión "El Espíritu Santo procede del Padre". Aquí no hay exclusión, ninguna negación.
El SEGUNDO argumento lo toman los griegos del hecho de que en el Concilio de Éfeso se leyó el símbolo de los nestorianos y el libro de Teodoreto contra los anatemas de Cirilo, y en ambos se afirmaba expresamente que el Espíritu no procede del Hijo, y sin embargo los padres del Concilio guardaron silencio, lo cual parece indicar que lo aprobaron.
RESPONDO PRIMERO, invirtiendo el argumento. Pues en el mismo Concilio de Éfeso, y más tarde en la cuarta y quinta sínodos, se leyó la carta de Cirilo con los anatemas dirigidos a Nestorio, en la cual se afirmaba dos veces que el Espíritu tiene su ser del Hijo. Y sin embargo, los padres no lo contradijeron, por lo tanto lo aprobaron. SEGUNDO, Teodoreto no solo dice que el Espíritu no procede del Hijo, sino también que no procede a través del Hijo, lo cual sin embargo los griegos ahora afirman, por lo tanto, si el Concilio aprobó en silencio que el Espíritu no procede del Hijo, lo cual parece estar en nuestra contra, también aprobó que no procede a través del Hijo, lo cual está en contra de ellos. Finalmente, digo que aunque el Concilio de Éfeso no quiso discutir explícitamente esta cuestión en ese momento, porque se reunieron por otro asunto, sin embargo, indicó claramente su postura cuando aprobó con gran consenso toda la doctrina de Cirilo y condenó la contraria de los nestorianos y de Teodoreto; lo mismo hicieron el cuarto y quinto concilios, e incluso el sexto y séptimo, y en resumen, todos los concilios posteriores.
El TERCER argumento lo toman de los Padres, y PRIMERO citan a Dionisio Areopagita, quien en el capítulo 2 de Los Nombres Divinos, página 1, dice:
"El único fuente de la Deidad supersustancial es el Padre." RESPONDO que esto es cierto, porque el Padre no recibe la Deidad de ningún otro. De ahí que algunos comparen al Padre con una fuente que da, pero no recibe; al Hijo con un río que recibe y da; y al Espíritu Santo con un lago que recibe y no transfiere el agua a otro lugar. Pero aunque por esta razón se dice que solo el Padre es fuente, porque no recibe de ningún otro, también por otra razón Epifanio llama fuente al Hijo, en la herejía 69, pero una fuente que proviene de la fuente, al igual que Dios proviene de Dios, porque recibe la misma esencia que tiene el Padre.
SEGUNDO, citan a BASILIO, quien en la carta 43 dice:
"Ninguna comunión en su propia noción tiene el Hijo con el Padre." Por lo tanto, no concuerda con el Padre en la espiración, que es una especie de noción. Además, allí mismo dice que la noción propia del Espíritu Santo es ser conocido por el Hijo y con el Hijo, y tener su subsistencia del Padre.
RESPONDO al PRIMERO que Basilio no habla de cualquier noción, sino de la noción que es una propiedad, como se desprende de sus palabras. Por lo tanto, quiere decir que el Hijo, en razón de su filiación, que es su única noción propia, no concuerda con el Padre o con el Espíritu Santo.
Al SEGUNDO respondo que el pasaje es favorable para nosotros, si se entiende correctamente. Pues cuando dice que el Espíritu Santo es conocido por el Hijo y con el Hijo, no quiere decir que el Espíritu Santo sea conocido por la predicación y enseñanza del Hijo, sino que es conocido por el Hijo y con el Hijo como un relativo a través de su correlato. Pues un poco antes había dicho que el Espíritu Santo depende del Hijo y que no puede concebirse uno sin el otro, lo cual es propio de los relativos. Además, en ese lugar está discutiendo sobre la distinción íntima y eterna de las personas; no debería tomarse, por lo tanto, una distinción eterna a partir de nuestro conocimiento temporal, de lo contrario, antes de nuestro conocimiento las personas no habrían sido distintas. Y si el Hijo y el Espíritu Santo son relativos, es necesario que lo sean porque o el Hijo es Hijo del Espíritu Santo y el Espíritu Santo es Padre, lo cual nadie dice, o porque el Espíritu Santo es espirado por el Hijo y el Hijo es el espirador del Espíritu Santo, lo cual dice la Iglesia Católica. Tampoco es un obstáculo que Basilio diga que el Espíritu tiene su subsistencia del Padre, pues atribuye eso al Padre como principal autor, tal como el mismo Señor dijo: "El que procede del Padre."
TERCERO, los griegos presentan a SAN GREGORIO NACIANCENO, quien en un discurso dirigido a los obispos que habían venido de Egipto, dice:
"Todo lo que tiene el Padre, también lo tiene el Hijo, excepto la causalidad." De aquí parece seguir que el Hijo no es causa del Espíritu Santo, sino solo el Padre.
RESPONDO que San Gregorio está hablando de la causalidad respecto al mismo Hijo, que es una propiedad del Padre, como si hubiera dicho: "El Hijo tiene todo lo que tiene el Padre, excepto el ser Padre." ¿Qué más, si en el mismo lugar Gregorio insinúa claramente que el Espíritu procede del Hijo? Pues así como había comparado al Hijo con el Padre, como el producido con el productor, después compara al Espíritu con el Hijo: "Todo lo que tiene el Hijo, también lo tiene el Espíritu Santo, excepto la filiación", es decir, excepto la propiedad de aquella persona de la cual Él es producido.
CUARTO, citan a DAMASCENO, en el libro 1, capítulo 11, sobre la fe:
"Decimos que el Espíritu es a través del Hijo, pero no decimos que sea del Hijo." Santo Tomás, en la cuestión 10 de De Potentia, artículo 4, rechaza a Damasceno, considerándolo como seguidor de Teodoreto. Pero esto no parece ser cierto, pues Teodoreto negó expresamente que el Espíritu Santo procediera del Hijo o a través del Hijo. Damasceno, sin embargo, no niega que sea a través del Hijo, sino que no dice que sea del Hijo.
RESPONDO, por lo tanto, con Bessarión y Gennadio, que DAMASCENO no negó que el Espíritu Santo procediera del Hijo en cuanto a lo que realmente importa, ya que dijo que el Espíritu es imagen del Hijo y procede a través del Hijo; pero consideró que era más prudente decir "a través del Hijo" que "del Hijo", en cuanto al modo de hablar, debido a la herejía de Macedonio y Eunomio, quienes afirmaban que el Espíritu Santo procedía del Hijo como causa principal, e incluso como la única causa. Del mismo modo que decimos, después de la herejía de Nestorio, que María es "Madre de Dios" (Deipara) y no solo "Madre de Cristo" (Christipara), no porque no sea también Madre de Cristo, sino para evitar que se piense que es solo madre de Cristo y no de Dios. Asimismo, así como debido a la herejía de Macedonio se decía correctamente que el Espíritu procede del Padre a través del Hijo, ahora, debido al error de los griegos, es más correcto decir que procede del Padre y del Hijo.
QUINTO, citan el testimonio de LEÓN III, Papa romano, como lo relata el Magister en el libro 1, distinción 11. Se dice que León III, por precaución de la fe, ordenó que el Símbolo Constantinopolitano se escribiera sin la adición de "Filioque" en una tabla de plata y se colocara sobre el altar junto al cuerpo de San Pablo. Este Papa vivió alrededor del año 800, cuando ya se había hecho la adición, por lo tanto, parece que el Papa eliminó dicha adición.
RESPONDO que el Papa hizo esto deliberadamente para preservar la memoria del Símbolo Constantinopolitano tal como había sido, y para que todos entendieran que ese símbolo no era condenado ni se consideraba contrario al nuestro. Pues la Iglesia tiene varios símbolos: el Apostólico, el Niceno, el de Atanasio, y el Constantinopolitano sin ninguna adición, y también el mismo con la adición; todos los cuales son uno y lo mismo, aunque unos sean más claros y explicativos que otros. Por lo tanto, la Iglesia Católica recibe y honra todos esos símbolos; y así como no se derogó el Símbolo Apostólico al crearse el de Nicea, ni se derogó el Niceno al crearse el Constantinopolitano, tampoco debía derogarse el Constantinopolitano al crearse nuestro símbolo. Así que, con gran prudencia, el Sumo Pontífice, para que los griegos no pensaran que rechazábamos el Símbolo Constantinopolitano, ordenó que se conservara honorablemente en la Iglesia.
SEXTO, presentan a TEOFILACTO en el capítulo 3 de Juan:
"En verdad," dice, "los latinos interpretan mal y entienden incorrectamente al decir que el Espíritu también procede del Hijo."
RESPONDO que Teofilacto vivió en tiempos de cisma, por lo que su autoridad no se acepta; de lo contrario, nosotros también podríamos citar a muchos otros, como Bernardo, Ruperto, Ricardo, Tomás, Buenaventura, y otros santos más recientes.
FINALMENTE, presentan algunas razones. La PRIMERA razón está en el pasaje citado de Teofilacto: "El Espíritu Santo es uno, por lo tanto, tiene un solo principio, no dos, y procede por una sola espiración, no por dos."
RESPONDO que esta razón, aunque es la principal de los griegos, no tiene validez. Pues aunque el Padre y el Hijo sean dos que espiran, lo hacen en una sola espiración, y son un solo principio del Espíritu Santo. Nada se multiplica en Dios excepto la relación opuesta; pero la espiración por la que el Padre espira no se opone a la espiración por la que espira el Hijo. Y ciertamente, si el argumento fuera concluyente, también implicaría que el Hijo no es creador del mundo, pues el mundo es uno, por lo tanto, tiene un solo principio, y es producido por una sola acción; por lo tanto, si dos personas no pueden ser un solo principio ni crear con una sola acción, el Hijo no habría creado el mundo, sino solo el Padre. Así como el Padre, el Hijo, y también el Espíritu Santo son un solo principio del mundo y lo crean con una sola acción, porque tienen una misma esencia, también el Padre y el Hijo son un solo principio del Espíritu Santo y lo espiran con una sola espiración, porque tienen un solo poder de espirar.
La SEGUNDA razón es que el Padre es un principio suficiente del Espíritu Santo, por lo tanto, no necesita la ayuda del Hijo.
RESPONDO que el Padre también es un principio suficiente de la creación, y sin embargo, todas las personas crean, porque tienen el mismo poder y la misma esencia. Pues el Hijo no espira con el Padre porque el Padre necesite su ayuda, sino porque el Padre y el Hijo tienen el mismo poder de espiración. AÑADO que el Espíritu Santo procede necesariamente de los dos, porque de lo contrario no sería la tercera persona, sino que coincidiría con la segunda, como se ha demostrado. Así que el mundo es producido necesariamente por las tres personas, por necesidad del productor, no del producto; pero el Espíritu Santo es producido por los dos necesariamente, por necesidad tanto de los productores como del producido.
La TERCERA razón es que si el Espíritu procede del Hijo, entonces el Hijo sería más similar al Padre que el Espíritu Santo, pues el Hijo espira con el Padre, pero el Espíritu no genera con el Padre.
RESPONDO que si el Espíritu procede solo del Padre, entonces el Hijo sería más similar al Espíritu que al Padre, pues el Hijo procedería con el Espíritu, y no produciría con el Padre. Pero ninguno de estos argumentos es concluyente, ya que la semejanza se considera por parte de la esencia, no por parte de las relaciones.