CAP. XII: Se refuta el sexto argumento.

El sexto argumento: "O la persona en Dios es finita, o es infinita; si es infinita, entonces debe haber solo una; si es finita, entonces debería haber infinitas personas para corresponder a la infinitud de la esencia."

Además, "la multiplicación de los supuestos (personas) o es necesaria para la conservación de la especie, o para que un supuesto sea perfeccionado por otro. Pero Dios, siendo eterno, no necesita conservación; ni perfección, ya que es el ser más perfecto."

Finalmente, "o la persona, en cuanto tal, implica perfección, o no. Si implica perfección, entonces hay una perfección en una persona que no está en otra; y dado que esa perfección no es accidental, será una perfección sustancial en una y no en otra. Si, en cambio, la persona, en cuanto tal, no implica perfección, entonces la persona humana sería más perfecta que la divina, ya que ciertamente se reconoce que la persona humana implica perfección."

RESPONDO que la persona divina, en cuanto tal, es infinita, y por tanto, implica la suma perfección. Al argumento respondo que no se puede concluir de ahí que solo haya una persona, sino solo que hay una perfección común a todas las personas. Pues hay una y la misma perfección infinita en todas las personas, aunque no del mismo modo. En el Padre, esa perfección es la paternidad; en el Hijo, la filiación, y así sucesivamente.

Al SEGUNDO argumento digo que la multiplicación de los supuestos en lo divino no es para la conservación de la especie ni para perfeccionar uno a partir de otro, sino porque lo exige la naturaleza del ser inteligente, que tiene dos modos de producir algo dentro de sí mismo: el conocimiento y el amor. Esta es también la razón por la que hay tres personas y no más ni menos: una debe ser la que produce sin ser producida, otra producida por el conocimiento, y otra producida por el amor.

Al TERCER argumento digo que todas las personas expresan la misma perfección, pero de manera diferente.

Quizás preguntes si ese "modo", es decir, si esa relación, implica perfección. RESPONDO que la relación tomada en general no implica perfección, ya que abstrae del ser real y del ser de razón; sin embargo, una relación real implica perfección, y la relación divina implica perfección infinita. No obstante, esta relación divina no implica una perfección diferente en una relación y otra, sino que todas expresan la misma perfección, que es la esencia divina.