APÉNDICE

El texto del Canon Romano y de las oraciones alrededor de la Comunión se toma de la edición 2016 del Misal Romano de la Conferencia Episcopal Española.

DOS ORACIONES AL ACERCARSE AL ALTAR

Petición de perdón

Retira de nosotros, Te suplicamos, Señor, nuestras iniquidades, para que merezcamos entrar con almas puras al Santo de los Santos. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Saludo a las reliquias y beso del altar

Te rogamos, Señor, que por los méritos de tus Santos, cuyas reliquias yacen aquí, y de todos los Santos, te dignes perdonar todos mis pecados. Amén.

ORACIONES DEL OFERTORIO Y DEL LAVADO DE LAS MANOS

Oblación del pan (Suscipe, sancte Pater)

Recibe, oh Padre Santo, omnipotente y eterno Dios, esta Hostia inmaculada y que yo, indigno siervo tuyo, te ofrezco a Ti, mi Dios vivo y verdadero, por mis innumerables pecados, ofensas y negligencias, y por todos los circunstantes, así como también por todos los fieles cristianos vivos y difuntos; a fin de que a mí y a ellos nos aproveche para la salvación y vida eterna. Amén.

Conmixtión del agua y el vino

Oh Dios, que maravillosamente creaste la dignidad de la humana substancia y más maravillosamente la reformaste: haznos, por el misterio de esta agua y vino, participar de la divinidad de Aquel que se dignó hacerse partícipe de nuestra humanidad, Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.1

Oblación del cáliz

Te ofrecemos, Señor, el Cáliz de salvación, implorando de tu clemencia que llegue en olor de suavidad hasta el acatamiento de tu Divina Majestad, para nuestra salvación y la de todo el mundo. Amén.

Oblación del sacerdote y de los fieles

Animados en espíritu de humildad y de un corazón contrito seamos recibidos por Ti, Señor: y de tal manera se produzca hoy nuestro sacrificio en tu presencia, que del todo te agrade, ¡oh Señor Dios!2

Invocación del Espíritu Santo

Ven, oh santificador, omnipotente y eterno Dios, y bendice este sacrificio preparado para tu santo nombre.

Lavabo (Salmo 42, 1-5)

Lavaré mis manos entre los inocentes; y andaré en torno a tu altar, Señor [circumdabo altare tuum, Domine]. Para escuchar voz de alabanza y pregonar todas tus maravillas. Señor, amo la belleza de tu morada y el lugar donde reside tu gloria. No pierdas, Dios mío, mi alma con los impíos, ni mi vida con los hombres sanguinarios, en cuyas manos no se ve más que iniquidad, cuya diestra está colmada de regalos. Mas yo camino según mi inocencia; sálvame y apiádate de mí. Mi pie ha permanecido en el camino recto; te bendeciré, Señor, en las asambleas.

Oblación a la Santísima Trinidad

Recibe, Trinidad Santa, esta oblación que te ofrecemos en memoria de la pasión, resurrección y ascensión de nuestro Señor Jesucristo y en honor de la bienaventurada siempre Virgen María, del bienaventurado Juan Bautista y de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, y de éstos y de todos los Santos; para que a ellos les sirva de honor y a nosotros nos aproveche para la salvación, y se dignen interceder por nosotros en el cielo aquellos de quienes hacemos memoria en la tierra. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.

CANON ROMANO

Te igitur Padre misericordioso

Te pedimos humildemente por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que aceptes y bendigas estos dones, este sacrificio santo y puro que te ofrecemos, ante todo, por tu Iglesia santa y católica, para que le concedas la paz, la protejas, la congregues en la unidad y la gobiernes en el mundo entero, con tu servidor el Papa N., con nuestro obispo N., y todos los demás Obispos que, fieles a la verdad, promueven la fe católica y apostólica.

Memento

Acuérdate, Señor, de tus hijos N. y N. y de todos los aquí reunidos, cuya fe y entrega bien conoces; por ellos y todos los suyos, por el perdón de sus pecados y la salvación que esperan, te ofrecemos, y ellos mismos te ofrecen, este sacrificio de alabanza, a ti, eterno Dios, vivo y verdadero.

Communicantes

Reunidos en comunión con toda la Iglesia, veneramos la memoria, ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor; la de su esposo, San José; la de los santos apóstoles y mártires Pedro y Pablo, Andrés, Santiago y Juan, Tomás, Santiago y Felipe, Bartolomé, Mateo, Simón y Tadeo; Lino, Cleto, Clemente, Sixto, Cornelio, Cipriano, Lorenzo, Crisógono, Juan y Pablo, Cosme y Damián, y la de todos los santos; por sus méritos y oraciones concédenos en todo tu protección.

Hanc igitur oblationem

Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa; ordena en tu paz nuestros días, líbranos de la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos.

Quam oblationem

Bendice y santifica, oh Padre, esta ofrenda haciéndola perfecta, espiritual y digna de ti, de manera que sea para nosotros Cuerpo y Sangre de tu Hijo amado, Jesucristo, nuestro Señor.

Transubstanciación

El cual, la víspera de su Pasión, tomó pan en sus santas y venerables manos, y elevando los ojos al cielo, hacia ti, Dios Padre suyo todopoderoso, dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:

Tomad y comed todos de él, porque ésto es mi cuerpo que será entregado por vosotros.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó este cáliz glorioso en sus santas y venerables manos; dando gracias te bendijo, y lo dio a sus discípulos diciendo:

Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía.

Éste es el Misterio de la fe.

℟. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!

Ofrecimiento de la obra del Hijo

Por eso, Padre, nosotros, tus siervos, y todo tu pueblo santo, al celebrar este memorial de la muerte gloriosa de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor; de su santa resurrección del lugar de los muertos y de su admirable ascensión a los cielos, te ofrecemos, Dios de gloria y majestad, de los mismos bienes que nos has dado, el sacrificio puro, inmaculado y santo; pan de vida eterna y cáliz de eterna salvación.

Súplica para la aceptación del sacrificio

Mira con ojos de bondad esta ofrenda y acéptala, como aceptaste los dones del justo Abel, el sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe, y la oblación pura de tu sumo sacerdote Melquisedec.

…a la presencia de Dios Te pedimos humildemente, Dios todopoderoso, que esta ofrenda sea llevada a tu presencia, hasta el altar del cielo, por manos tu ángel, para que cuantos recibimos el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, al participar aquí de este altar, seamos colmados de gracia y bendición.

Recuerdo de los difuntos

Acuérdate también, Señor, de tus hijos [N. y N.], que nos han precedido con el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz. A ellos, Señor, y a cuantos descansan en Cristo, concédeles el lugar del consuelo, de la luz y de la paz.

Oración por «nosotros pecadores»

Y a nosotros, pecadores, siervos tuyos, que confiamos en tu infinita misericordia, admítenos en la asamblea de los santos apóstoles y mártires Juan el Bautista, Esteban, Matías y Bernabé, Ignacio, Alejandro, Marcelino y Pedro, Felicidad y Perpetua, Águeda, Lucía, Inés, Cecilia y Anastasia y de todos los santos; y acéptanos en su compañía, no por nuestros méritos, sino conforme a tu bondad.

Conclusión

Por Cristo, Señor nuestro. Por quien sigues creando todos los bienes, los santificas, los llenas de vida, los bendices y los repartes entre nosotros. Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.

DOS ORACIONES ALREDEDOR DE LA COMUNIÓN

Preparación para la Comunión

Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal. Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti.

Purificación del cáliz

Haz, Señor, que recibamos con un corazón limpio el alimento que acabamos de tomar, y que el don que nos haces en esta vida nos aproveche para la eterna [fiat nobis remédium sempitérnum].