CAP. XV: Qué significa "Apacienta" en Juan 21

Ahora bien, como está claro que a Pedro se le dice: "Apacienta mis ovejas", es necesario ver qué significa esta palabra, apacentar. Martín Lutero, en su libro De potestate Papae, sostiene que con esta expresión "Apacienta" no se otorga ningún nuevo poder, sino que simplemente se impone el deber de amar, predicar y enseñar a Pedro, quien ya había sido constituido apóstol y pastor, no de la Iglesia universal, sino de una porción específica, al igual que los demás apóstoles y pastores. Él lo prueba con los siguientes argumentos:

PRIMERO, apacentar no es lo mismo que presidir, sino proveer alimento y ministrar, lo cual también puede hacer un subordinado; por lo tanto, no se establece inmediatamente a un superior con la orden "Apacienta".

SEGUNDO, el Señor no manda a los cristianos obedecer a Pedro para que él les provea alimento, por lo que con esta palabra "Apacienta" se instituye a un ministro, no a un príncipe.

FINALMENTE, si con estas palabras se instituyera el pontificado, se seguiría que aquellos que no aman o no apacientan no son pontífices, lo que implicaría que a menudo no tendríamos ningún pontífice. Pues la mayoría de los pontífices ni aman al rebaño ni lo apacientan con la palabra y el ejemplo; por lo tanto, no se trata de la institución de un pontífice, sino de un simple precepto de amar y enseñar contenido en la palabra "Apacienta".

A NOSOTROS no nos será difícil demostrar, a partir de esta misma palabra "Apacienta", que se atribuye a Pedro el sumo poder, al decirle: "Apacienta mis ovejas".

PRIMERO, no se dice propiamente apacentar a alguien que simplemente ministra alimento de cualquier forma, sino a quien procura y provee alimento para otro, lo que ciertamente es propio de un superior y gobernador. Como dice el Señor en Lucas 12: "¿Quién piensas tú es el administrador fiel y prudente a quien su Señor pone al frente de su familia, para que les dé la porción de trigo a su tiempo?" Por lo tanto, apacentar es propio de quien está puesto al frente de la familia.

SEGUNDO, según el uso común del lenguaje, el verbo apacentar incluye todas las acciones pastorales. Apacentar es lo mismo que ejercer el oficio de pastor o ser pastor. Además, la función pastoral no se limita a proveer alimento, sino también a guiar, traer de vuelta, proteger, presidir, gobernar y corregir. ¿Acaso los pastores de ovejas solo les dan pasto? ¿No las gobiernan también y las conducen con el báculo para que obedezcan? De ahí que en las Escrituras el verbo apacentar se usa frecuentemente en el sentido de gobernar, como en el Salmo 2, donde leemos: "Los gobernarás con vara de hierro" (en hebreo, תרעם, que significa "los apacentarás"). Y ciertamente, aquellos que son gobernados con vara de hierro no pueden negar la verdadera potestad de su pastor. También en Isaías 44, el Señor dice a Ciro: "רועי" (ro'i), es decir, "Tú eres mi pastor", pero en ese pasaje no se predice a Ciro el ministerio de proveer alimento, sino el de un reino amplio.

TERCERO, esto se puede demostrar con más fuerza por la palabra que usa Juan en su evangelio. Él escribió ποιμαίνω (poimaíno), que significa apacentar gobernando y presidiendo. También Homero, en el libro 2 de la Ilíada, frecuentemente llama al rey Agamenón ποιμένα λαῶν (poiména laón), es decir, "pastor de pueblos". Y en la Escritura, cuando leemos en Mateo 2: "De ti saldrá un líder que gobernará a mi pueblo Israel", en griego dice: "ἐκ σοῦ μοι ἐξελέυσεται ἡγούμενος, ὃστις ποιμανεῖ τὸν λαὸν τοῦ Ἰσραὴλ" (ek soú moi exeleúsetai hegóumenos, hóstis poimané ton laón toú Israèl). Es digno de notar que en hebreo, en Miqueas capítulo 5, de donde Mateo tomó la cita, no se usa el verbo רעה (ra'ah), que significa apacentar, sino el verbo משל (mashál), que significa gobernar: "ממך לי יצא לחיות להיות מושל בישראל" (mimmekha li yetzé lihyot moshel beYisra'el).

Finalmente, en Apocalipsis 19, donde se dice: "Y él los gobernará con vara de hierro", en griego está escrito: "καὶ αὐτὸς ποιμανεῖ αὐτοὺς ἐν ραβδῷ σιδηρᾷ" (kaì autòs poimané autous en rabdó siderâ). Por lo tanto, ya que ποιμαίνω (poimaíno) no significa simplemente apacentar de cualquier manera, sino gobernar y presidir, y al decir el Señor a Pedro: "ποιμαίνε τὰ πρόβατα" (poimaíne tà próbata, "apacienta las ovejas"), se sigue manifiestamente que Pedro fue constituido rector y presidente de la Iglesia.

Finalmente, añadamos los testimonios de los Padres antiguos. Crisóstomo, en el libro 2 De sacerdotio, llama varias veces prefectura al oficio encomendado a Pedro con la palabra "Apacienta", y lo explica con la Escritura de Mateo 24: "Siervo fiel y prudente a quien el Señor constituyó sobre su familia". San Agustín, al comentar este pasaje, dice: "Le encomienda las ovejas para que las apaciente, es decir, las enseñe y las gobierne." Finalmente, Gregorio, en su libro De cura pastorali, llama a los pastores rectores, y al cuidado pastoral lo llama gobierno e incluso la cima del gobierno; e interpreta el verbo apacentar como gobernar y presidir.

Las argumentaciones de Lutero no logran su objetivo. En cuanto al PRIMER argumento, ya se ha respondido que apacentar no es el oficio de un servidor, sino de un rector. Pues no son los señores quienes son apacentados por los sirvientes, aunque estos les sirvan la comida en la mesa, sino que, al contrario, se dice que los sirvientes son apacentados por los señores, ya que viven a expensas de ellos.

Respecto al SEGUNDO argumento, respondo que presidir y estar subordinado, gobernar y ser gobernado, apacentar y ser apacentado, tienen una relación mutua, de modo que una cosa no puede existir sin la otra. Por lo tanto, con la palabra por la cual se le dice a Pedro que presida, gobierne y apaciente, también se nos manda a nosotros estar sujetos a Pedro, y permitir que él nos gobierne y nos apaciente.

En cuanto al TERCER argumento, respondo que apacentar es ciertamente un precepto, pero con ese precepto se instituye el principado eclesiástico. Pues a través de la acción se señala el poder mismo del cual procede esa acción. Del mismo modo que cuando Dios dice: "Produzca la tierra hierba verde", o a los animales: "Creced y multiplicaos", atribuye fecundidad a las cosas y establece naturalezas aptas para generar. No solo Dios, sino también los hombres suelen instituir prefectos por medio de palabras de mandamiento. Si un rey dice a alguien: "Ve y gobierna tal provincia", todos entienden que ha sido constituido prefecto de esa provincia.

Pero, dice Lutero, si con ese precepto se instituyera el pontificado, entonces dejaría de ser pontífice quien deja de cumplir el precepto. RESPONDO: con las palabras del precepto se instituye el principado de tal manera que, sin embargo, el poder conferido no depende del cumplimiento del precepto. Esto también lo vemos en los asuntos humanos. Pues un virrey no deja de ser virrey hasta que no sea revocado por el rey, aunque no gobierne bien la provincia.

Tampoco es verdad, como supone Lutero, que los pontífices romanos desde hace mucho tiempo no apacientan al rebaño. Pues aunque muchos de ellos no predican, sin embargo ejercen muchos otros actos pastorales, como atar, desatar, dispensar, juzgar controversias, crear obispos, y lo que no hacen predicando personalmente, lo hacen a través de otros. Del mismo modo, el obispo de Hipona, Valerio, y otros, impedidos ya sea por la edad o por defectos del habla, cumplían el oficio de predicación a través de sus presbíteros.