6, 4-7
Bella eres, amiga mía, como Tirsá, encantadora como Jerusalén, pero imponente como batallones. Quita tus ojos de mí, que me subyugan. Tu melena cual rebaño de cabras que ondulan por el monte Galaad. Tus dientes, un rebaño de ovejas madres saliendo del baño; todas tienen mellizas, y ninguna ha perdido una cría.
Ya que la novia está otra vez allí, el novio alaba su belleza y encanto sin siquiera insinuar que fue decepcionado por ella. Coge al vuelo a la que regresa. De nuevo alaba toda su persona y menciona sus atractivos particulares. En primer lugar, no deja presentir nada que indique una relación más íntima, como si ella aún no conociera ese tipo de relación. Él usa las mismas palabras que antes, pero interrumpe más rápidamente y agrega: imponente como batallones. Pues, cuando había caído, la novia había luchado sin darse por vencida. Del mismo modo, la Iglesia permanece dispuesta a luchar aun cuando ha caído. Y él alaba una vez más su fecundidad, diciéndole: «Ninguna de las ovejas ha perdido una cría».
Para la Iglesia es especialmente significativo que el Señor no le haga ningún reproche. La humillación sufrida la ha hecho volver y arrepentirse; el nuevo amor despertado y el saber de la novia sobre dónde está el novio, han arreglado las cosas. Se reconoce en ello que no se puede medir el descontento del Señor. Si se lo ha ofendido y repudiado, entonces Él desaparece por completo; si de nuevo se lo sabe encontrar, entonces ama plenamente. El Señor nunca muestra signos de mal humor. Su amor es siempre pleno y total. Así, el cristiano está del todo equivocado si piensa que podría conformarse con una parte del Señor y que Él podría pretender solo una parte de él. Cuando el Señor se manifiesta, se dona por completo, no conoce ningún límite. Él está de nuevo presente, pero no quiere apremiar, no menciona las relaciones íntimas. El hecho de que Él está allí y tan solo alaba es un signo de que está dispuesto a todo. Y cuando ella finalmente dice que sabe dónde Él está y Él deja valer esto como una reconciliación total, entonces Él dejará que ella cumpla todo lo que a sus ojos de esposa forma parte de la reconciliación.