CAPÍTULO XIII: De las Calendas, Nonas y Idus

En tiempos antiguos, se delegaba al pontífice menor la responsabilidad de observar el primer aspecto de la nueva luna y comunicar su avistamiento al rey encargado de los sacrificios. Así, tras la celebración del sacrificio por parte del rey y el pontífice menor, este último convocaba al pueblo al Capitolio, cerca de la curia Calabra, próxima a la casa de Rómulo, y anunciaba cuántos días faltaban desde las Calendas hasta las Nonas. Para los días quintanos, repetía cinco veces la palabra καλῶ (kaló), y para los septimanos, la repetía siete veces. La palabra καλῶ es griega y significa "llamo"; y se decidió llamar Calendas al primer día de estos días que se convocaban. De ahí también se dio el nombre de Calabra a la curia a la que se convocaba al pueblo, y a la asamblea, porque todo el pueblo era llamado a ella. El pontífice menor anunciaba el número de días que faltaban para las Nonas porque, después de la nueva luna, era necesario que el día de las Nonas los habitantes del campo acudieran a la ciudad para recibir del rey de los sacrificios las razones de las festividades y saber qué se debía hacer ese mes. Algunos piensan que las Nonas se llamaron así porque eran el inicio de una nueva observación, o porque desde ese día siempre se contaban nueve días hasta los Idus. Por otro lado, se decidió llamar Idus al día que divide el mes. En lengua etrusca, "iduare" significa dividir; de ahí "viuda", como muy dividida, es decir, muy separada; o viuda, es decir, separada del esposo. A algunos les agrada pensar que las Idus se llaman así por la palabra griega que significa apariencia, εἰδέα (eidéa), porque en ese día la luna muestra su apariencia plena. Es importante notar que cuando leemos Calendas en la Sagrada Escritura, debemos entenderlo como el nacimiento de la nueva luna, según lo que se dice en Números: "En las Calendas, es decir, en los comienzos de los meses, ofreceréis holocaustos al Señor". Porque, como se ha dicho antes, los hebreos no conocen otros comienzos de los meses que las Neomenias, es decir, los novilunios.