CAPÍTULO XXIII: Sobre cómo calcular la edad de la luna si alguien no puede hacerlo

Si alguien es tan perezoso o torpe que desea conocer el curso de la luna sin ningún esfuerzo de cálculo, puede apoyarse en los alfabetos que ve en el librito anual, distinguidos según el curso lunar, donde dos circuitos de la luna, es decir, cincuenta y nueve días, están contenidos en tres alfabetos. Y cualquier letra que la luna tenga una vez en esta edad, la misma se mantiene marcada de manera similar durante todo el año en la misma edad, a menos que, lo cual rara vez ocurre, la razón de los embolismos lo altere. Por ejemplo, en el tercer año del ciclo decennovenal, la luna que tendrá treinta días siempre comienza con la letra a sin marca, la segunda está en b, la tercera en c, de manera similar sin marcas, es decir, sin ningún punto anotado, y así sucesivamente, cada letra conserva su edad lunar en orden. Asimismo, la luna que tendrá veintinueve días comienza con l subnotado, la segunda siempre en m, la tercera en n, con una figura similar anotada, y así, en orden, la luna devuelve su edad a cada letra. Para distinguir, la antigüedad proveyó que el primer alfabeto de tres letras estuviera sin marcas, el segundo subnotado, y el tercero supernotado.