Epístola 126: R126: Hildegard von Rupertsberg a Preboste C. in Indersdorf

Respuesta de Hildegarda.

Aquel que es me mostró estas cosas diciendo: Dile a este hombre: Oh hombre, te veo como un tabernáculo de madera hecho por manos de artesanos. A cuya puerta tocan dos imágenes. Una, llena de ojos y con cabello negro, se llama temor del Señor. Y te dice: "Quiero hacer de ti y de tus ofrendas una santificación. Cede, pues, a mí, y entraré en tu habitación y haré en ti un buen gusto con musgo y aromas. Oh soldado, cuida de no ser lento en correr con tu rebaño y en guiarlo con un ojo vivo hacia la rectitud".

Pero la otra imagen es como una trompeta sonando en una nube blanca, como un círculo humano, y su nombre es fortaleza. Y te dice así: "¡He, he, he! ¿Por qué duermes en tu conocimiento, como un campesino en sus costumbres, que prefiere callar y no quiere luchar con coraza, casco, espada y lanza? Resuena, pues, como una trompeta sobre muchas aguas y no calles, y te ayudaré con mis compañeros. Y permanece en la pared del templo, y no tengas miedo por la inquietud de los vientos, sino aprende a ser una columna en el palacio del rey. Huye también de las dos lenguas que son heridas del alma, pero habla siempre con verdad, como el sol, y gustosamente prepararemos nuestras moradas en ti".