Epístola 84: R84: Hildegard von Rupertsberg a Abad B. von Michaelsberg

Respuesta de Hildegarda.

En una advertencia ardiente está predestinado que este pueblo oiga con voz viva lo que será sacado del torrente de piedra en la oscuridad de los misterios de Dios. Pues te veo a veces en tu intención como la aurora resplandeciente, pero sin embargo, experimentas trabajo y angustia, tanto en ti mismo como en los demás, de modo que te fatigas tan fuertemente que parece que no sabes qué hacer.

Ahora, escucha al más noble padre de familia que te advierte. Vigila diligentemente y levántate en la luz, para que lleves con honor su vara en el día. Porque si el hombre exterior se fatiga en el flagelo de Dios, el hombre interior se levantará mucho más fuerte de la fortísima fuerza que te quiere sostener en la rueda circundante de su gracia.