Epístola 189: R189: Abadesa L. von Neuss a Hildegard von Rupertsberg

La abadesa de Nussun a Hildegarda:

A Hildegarda, mi señora y amadísima madre, L., abadesa, aunque indigna, de las hermanas en Nussun, os envía un pequeño tributo de oración y servicio con profunda devoción. Porque, según nos ha llegado la noticia, no dudamos de que vuestra beatitud ya ha sido informada, a través de la fama, de nuestro estado y de cómo ha cambiado de lo que fue anteriormente a lo que lamentablemente, en vano, ha querido ser. Por ello, os suplicamos con mayor insistencia y fervor por el amor de Dios que nos otorguéis el apoyo de vuestras oraciones, ya que ahora, con el ánimo fluctuante, estamos empujadas y angustiadas por las diversas dificultades y cargas que se han impuesto sobre nosotras.

Sabemos, en efecto, que Dios es terrible en sus consejos sobre los hijos de los hombres, y por eso, temiendo sus juicios, que aunque ocultos, nunca son injustos, confiamos completamente la causa de nuestra alma a vos, en quien más que en ningún otro mortal confiamos, y a vuestras reverendas hermanas. Y con todo nuestro corazón deseamos vuestras respuestas. Que estéis bien.