Epístola 259: R259: Capitulo Catedralicio von St. Martin a Hildegard von Rupertsberg

De ciertos sacerdotes a Hildegarda.

A Hildegarda, señora y madre del cenobio del bienaventurado Roberto, venerable y digna de ser amada.

De A., E., y H., sacerdotes solo de nombre, junto con los demás hermanos de su comunidad que viven bajo la protección del bienaventurado Martín, te enviamos el más sincero afecto de ambos seres (cuerpo y alma) con las entrañas de una devoción íntima.

Porque, oh, sierva elegida y amada de la santidad, y madre queridísima de muchos que siguen la santidad, hemos escuchado muchas cosas sobre ti, que ofrecen el aroma de la vida a muchos, y por eso acudimos a tu nobleza, pidiendo con corazón sediento las cosas que son de Dios. Pues nosotros, que desde la infancia hemos sido consagrados al servicio de Dios, para que incluso en las sagradas órdenes del oficio divino sirvamos fielmente a nuestro Creador, cuando llegamos al sacerdocio, donde deberíamos vivir digna e irreprensiblemente, a menudo descuidamos las cosas del espíritu y hacemos las cosas de la carne.

Porque, aunque deberíamos ser para el pueblo de Dios un ojo de contemplación, un oído de obediencia, una nariz de discernimiento, una boca de verdad, una mano de operación justa y un pie en el camino de la rectitud y un ejemplo de virtudes, somos para ellos más bien olor de muerte y escándalo de ofensa que roca de solidez. Por lo tanto, muchos males nos han encontrado, porque, por decirlo así, caemos del santuario del Señor en el lodo de la suciedad. Pero tú, oh, piadosa madre y conocedora de los secretos de Dios, escúchanos, te lo suplicamos fervientemente y con humildad, para que nos traigas palabras de divina amonestación, nos corrijas y nos adviertas, porque aunque tengamos solo un modesto conocimiento de las Escrituras, sin embargo, deseamos devotamente escucharte a ti, que recibes una verdadera y maravillosa comprensión del supremo maestro y no del hombre. Que Dios te infunda lo que devotamente derramas por nosotros que estamos sedientos. Adiós.