Epístola 154: R154: Hildegard von Rupertsberg a Abadesa G. von N.

Respuesta de Hildegarda.

Procura que tu mente no esté rondando en la inestabilidad, en la cual no puede aparecer la nube de color zafiro y que también frecuentemente cubre la luz del sol. Esfuérzate mucho por mantenerte en la estabilidad, y no indagues en toda vana y tonta curiosidad, porque aquellos que hacen esto, engañados, caen de la caridad de Cristo, así como la nube zafiro es cubierta por una mente que ronda en la inestabilidad.

Atiende a la unión con Cristo y busca de Él todo lo bueno; manifiéstale tus obras, y Él te dará la bienaventuranza, porque sin Él la salvación del hombre es vana, ya que la gracia y la salvación no se obtienen por el hombre, sino por Dios, de donde también las Sagradas Escrituras, que fluyen de la fuente divina, ofrecen pechos para ser amamantados por los hombres. Aprende, entonces, a huir de esta vanidad que cubre la luz del sol, es decir, que separa al hombre de Cristo. Entonces vivirás eternamente y serás coronada por Cristo.