Epístola 178: R178: Hildegard von Rupertsberg a Hazecha von Krauftal

Respuesta de Hildegarda.

El que todo lo ve dice: Tienes ojos para ver y para observar por todas partes. Donde veas lodo, límpialo; y lo que esté seco, haz que reverdezca. Y las especias que tienes, haz que tengan sabor. Si no tuvieras ojos, podrías excusarte. ¡Pero tienes ojos! ¿Por qué no observas con ellos?

Tienes el don de la elocuencia en la racionalidad. Muchas veces juzgas a otros en asuntos en los que no deseas ser juzgada, ¡pero aun así, a veces hablas con sabiduría en lo que dices! Por lo tanto, cuida de llevar tu carga correctamente y recoge buenas obras en la bolsa de tu corazón para que no te falten. Porque en la vida solitaria, que requieren las palabras que pronuncias, no podrías descansar debido a la diversidad de tus costumbres, ya que lo último en ti sería mucho peor que lo primero, y también tan grave como la pérdida de una piedra.

Imita a la tórtola en la castidad y cuida diligentemente la viña elegida, para que puedas contemplar a Dios con rostro recto y puro.