Epístola 175: R175: Abadesa S. von Widergoldesdorff a Hildegard von Rupertsberg

Abadesa en Widergoldesdorff a Hildegarda.

A su señora Hildegarda, piadosa madre de las siervas de Cristo que militan para el Señor Dios en el Beato Roberto. S., humilde ministra y llamada gobernadora de las hermanas en Widergoldesdorff, que sirven a Dios y a Santa María, [envío] mi más íntima devoción y obediencia. Sé, señora, que todos vuestros caminos son misericordia y verdad, y con razón, pues la misericordia que trajo al Hijo de Dios del cielo a la tierra os ha mirado con favor, y la sabiduría celestial ha preparado en vos su morada.

Por eso, dulcísima señora, os suplico encarecidamente que os dignéis consultar a Dios si es su voluntad que cargue con este peso o lo abandone, pues hasta ahora he perseverado más por la obligación de la obediencia que por amor a Dios. Por eso, si me atreviera, de buen grado abandonaría el lugar de la maestría, porque me parece muy duro servir a todos en sus costumbres y permanecer en la voluntad de los demás, y por ello no espero recibir alguna recompensa. Que estéis bien. Al sabio de espíritu le bastan pocas palabras.