Epístola 135: R135: Arnold I von Valcourt a Hildegard von Rupertsberg

Arnold, preboste, a Hildegarda.

A la señora y madre queridísima Hildegarda, Arnoldo, indigno preboste de San Andrés en Colonia, te desea que siempre estés bien en el Señor. Con cuántas tribulaciones y tentaciones se angustia mi alma, tanto interior como exteriormente, lo sabes, queridísima señora, tanto por las palabras de mi presencia como por la revelación divina. Ahora, puesto que desfallezco y no veo en mí ningún progreso hacia Dios, te escribí a ti, mi señora, dispuesto a hacer todo lo que me ordenes, ya sea por revelación divina o por la sabiduría de tu consejo. No escatimes, no ocultes, te lo ruego, no escondas mi iniquidad. Temo en lo más profundo por mi pobre alma y me aterra ser sumergido por completo en el abismo. Por lo tanto, intercede y ora por mi pobre alma. Que estés bien en Cristo, queridísima madre. El Señor esté contigo y con todos los tuyos.