Epístola 39: R39: Bf. H. von Prag a Hildegard von Rupertsberg

Obispo de Praga a Hildegarda.

H., por la gracia de Dios, ministro inútil y obispo aunque indigno de los habitantes de Praga, a Hildegarda, esposa de Cristo y maestra del monasterio de San Roberto en Bingen, envía este pequeño don de sus oraciones con toda devoción. Magnificamos y glorificamos al Señor nuestro Dios, iluminado por cuyo espíritu consuelas y alivias las tribulaciones de muchos y, con la cooperación del mismo espíritu, multiplicas el fruto de las buenas obras en las mentes de muchos, como también hemos escuchado que se informa de ti en muchas tierras.

Por lo tanto, que tu santidad sepa que tenemos un gran deseo de verte y de disfrutar de tu conversación en Cristo, pero una gran dificultad de lugares impide que esto ocurra. Y dado que hemos percibido que tu caridad ha ayudado a las necesidades de muchos, animados por esta confianza imploramos tu amor para que nos ayudes con tus oraciones en nuestras tribulaciones mundanas y nos des buenos consejos, porque desde que escuchamos tu nombre y la gracia que Cristo te ha otorgado, siempre hemos tenido tu memoria en nuestros corazones y deseamos que esa misma gracia, que es de la verdadera luz, permanezca siempre contigo.